El gluten es la parte proteica de los granos de ciertos cereales (trigo,cebada, centeno,espelta…)

La intolerancia al gluten se llama celiaquía, y es una enfermedad autoinmune que provoca inflamación del intestino delgado si se consume esta proteína. Además, a largo plazo, esta enfermedad impide la absorción de nutrientes, con lo que aparecen otros problemas, como la anemia, osteoporosis y enfermedades coronarias.

Los síntomas más comunes de la intolerancia al gluten en adultos son:

– Diarrea crónica o estreñimiento
– Dolor abdominal
– Síndrome de colon irritable
– Flatulencia
– Pérdida de peso
– Anemia ferropénica
– Dolor en las articulaciones
– Osteoporosis
– Depresión o ansiedad
– Ausencia de períodos menstruales
– Infertilidad o aborto involuntario recurrente
– Aftas dolorosas en la boca
– Dermatitis herpetiforme – Ataxia (dificultad para coordinar los movimientos)

Para diagnosticar esta enfermedad ha de hacerse un análisis de sangre en busca de unas inmunoglobulinas específicas que, de ser positivo, ha de confirmarse con otras pruebas que certifiquen el diagnóstico, como una biopsia intestinal. Actualmente existen tests en la farmacia para hacer este diagnóstico.

Las personas con intolerancia al gluten deben dejar de tomar los alimentos que lo contienen para recuperar su salud. De esta forma, al cabo de una semana pueden empezar a notar mejoría y, al cabo de uno o dos meses, sus vellosidades intestinales empiezan a recuperarse y los síntomas remiten casi por completo. Hoy en día hay una amplia variedad de alimentos sin gluten, aunque, tristemente, aún tienen un precio muy superior a los elaborados con cereales con gluten.

Estas personas intolerantes deberían pedir ayuda para suplementar las carencias de vitaminas y minerales que sufren con su dieta estricta.

Las personas que no son alérgicas al gluten no deben dejar de consumir los alimentos que lo contienen, porque los minerales y vitaminas que nos aportan son necesarios para mantener una buena alimentación, que consiste en comer variado y en cantidades adecuadas a cada persona. Además nos estaríamos perdiendo el consumo de muchos alimentos ricos, como la pizza, las galletas o la cerveza, de forma innecesaria, y la alimentación también es disfrutar.

El gluten sólo hace daño a las personas con intolerancia. Si privamos a nuestro organismo de esta proteína, éste pierde el hábito de metabolizarla, y cuando queramos ingerirlo nuevamente, es probable que notemos alguna molestia, o corramos el riesgo de que aparezca la enfermedad celíaca.

Las dietas de adelgazamiento que prohíben estos alimentos no están aconsejadas, porque una dieta no debe evitar por completo los hidratos de carbono, sino reducir su cantidad.

¿Sabías que…

…los alimentos que contienen gluten engordan igual que otros cereales que no lo llevan, ya que el aporte calórico es similar, y son los azúcares que contienen los que proporcionan estas calorías, no el gluten en sí?

 

 

 

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