Según el Instituto del Sueño, éste es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.

Cada noche, mientras dormimos, pasamos por distintas fases o estadios de sueño que suceden con un patrón repetido a lo largo de cuatro a seis ciclos de sueño durante toda la noche.

Tenemos que dormir de noche para poder estar despiertos por el día. El sueño es una necesidad básica del organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia.

Los trastornos del sueño son un problema muy común, ya sea por dificultad para conciliar el sueño como por presentar múltiples despertares nocturnos después de
los cuales puede ser más o menos complicado volver a dormirse.

Los trastornos del sueño no son una patología grave en sí misma, pero tienen serias implicaciones en la vida diaria: agotamiento, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultades para cumplir con las obligaciones familiares o sociales…

Para conseguir corregir los trastornos del sueño debemos de actuar a distintos niveles, teniendo en cuenta desde la alimentación, el ejercicio físico, técnicas de relajación y de manejo del estrés, control de horarios y, en caso de ser necesario, medicación.

Desde el punto de vista de la medicación, intentaremos abordar el problema empezando por lo más natural, y para eso nos ocupamos aquí de la MELATONINA.

La melatonina es una sustancia natural producida por nuestro organismo. Es una molécula “inteligente” que funciona de modo selectivo sólo, cuando y donde es necesario. Con esta hormona nuestro cuerpo se ajusta.

Actúa directamente sobre el sueño determinando el ciclo sueño-vigilia, por lo que está indicada en el tratamiento de los trastornos del sueño.

También está indicada para aliviar los síntomas del jet-lag o facilitar el sueño a las personas que tienen cambios de horario laboral e incluso a aquellos que trabajan en el turno de noche de forma constante y prolongada en el tiempo. De esta manera, si se consume la melatonina en el momento necesario, se recupera con mayor rapidez el ritmo sueño-vigilia que ha sido alterado, sea por las circunstancias que sea.

Se tiene que tomar siempre media hora antes de acostarse, preferentemente a la misma hora, a fin de restablecer el propio ritmo circadiano (nuestro reloj biológico).

Apenas tiene contraindicaciones y efectos secundarios, siendo estos leves y pasajeros en caso de que se presenten. Puede aparecer somnolencia, dolor de cabeza o diarrea poco importantes.

De cualquier modo os recomendamos que comentéis vuestro caso particular con el médico o con el farmacéutico, que os asesorará de manera individualizada.

¿Sabías que…

…la melatonina está presente en muchos alimentos, y, por este motivo, su consumo favorece conciliar el sueño?

…una cena ligera y unos horarios regulares nos ayudan a descansar?

 

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